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Saturday, July 18, 2020

La Anti-Economía

La Anti-Economía 

 

Hace siglos los pensadores más ilustrados y pre-claros de la humanidad han estado pensando, analizando y escribiendo sobre ese Arte-Ciencia, esa preocupación y casi obsesión, que convenimos en llamar Economía. 

 

La definición precisa depende del enfoque de quien la define, si abarca esto y aquello, o aquello y esto otro, etc., etc. Pero sin saber mucho de definiciones, el ser común, ese que constituye la inmensa mayoría humana, sabe, entiende, y, sobre todo, intuye lo que significa para él la economía. 

 

Por esa vinculación inexplicada e inexplicable, que existe entre sus actos e intenciones y sus intereses, su bolsillo, su presupuesto familiar, olfatea con su sentido de sobrevivencia, con meridiana claridad qué le conviene y qué no le conviene, qué es económicamente positivo para él y los suyos, y qué no lo es, lo que es más bien anti económico para sus intereses. 

 

Hace mucho -desde la época de los Reyes, los Marqueses y los Condes- sabe, intuye, siente, que los impuestos, las recaudaciones obligatorias, que le impone el poder político de turno son negativas, antieconómicas, para él y los suyos y para la clase social a la que pertenece o se identifica con ella. Pero para los que escriben libros, discursos y tesis que representan a los recaudadores, a los que le quitan una parte o toda la riqueza que ha creado, resulta que eso es económico. Les conviene, es parte del statu-quo que le permite a unos vivir a costa de otros, legal y contundentemente.

 

Esa época ha dado paso a otras. Y los escritores de libros y tesis siguen escribiendo libros y tesis que representan los intereses suyos y de otros con quienes se sienten identificados. La justificación para el despojo es el Estado, ese aparato creado por los que mandan para imponer su voluntad, sus reglas y sus decisiones, a los demás, a la mayoría. Y que sus justificadores califican como el bien común...ese aparato encargado de hacer cumplir las reglas sociales, recaudar, imponer la voluntad de los que mandan, pero que ellos presentan como un beneficio para poder vivir civilizadamente.

 

Esa realidad -junto con muchos otros factores sociales, políticos, culturales - ha ido conformando escuelas de pensamiento, tendencias, y dentro de esas grandes tendencias, muchas variantes. Las más gruesas: los partidarios de una libertad lo mayor posible, que abarca la economía, la sociedad, un estado de tamaño mínimo y unos impuestos mínimos, para maximizar para sí lo que cada familia crea. Y aquí empiezan variantes: de qué se debe ocupar ese Estado y de qué NO se debe ocupar o sea en qué aspectos de la vida NO se debe meter. Los dos extremos: el llamado liberalismo mercantil y el otro extremo, el comunismo, dónde se mete en todo, lo decide todo y el individuo casi desaparece como ente definidor, ya no decide nada, hay un partido político que lo hace todo y si lo enfrentas, te desaparece, porque lo colectivo está por encima de lo individual.

 

Este último caso, el comunismo, es la Anti-Economía. Es lo opuesto, lo inverso, la antípoda, de todo lo humano. Es una "civilización" similar a un hormiguero, dónde las hormigas individuales se subordinan total y absolutamente al hormiguero, con sus estancos: el poder absoluto e indiscutido de la Reina, los trabajadores, los soldados que defienden... 

 

¿Cómo es posible que haya individuos que prefieran el anonimato absoluto al protagonismo individual?

 

Porque hay pocos escritores de las reglas del arte-ciencia y muchos de política, del arte de engatusar y "pintar" el cielo en lo que realmente es un infierno. El Arte-Ciencia es elementalmente claro: Hay un equilibrio lógico, inmanente, en lo que se crea y lo que se puede gastar. Pero entonces nos han creado un sin número de "políticas", de financiamientos comprometiendo al futuro, de dineros de todo tipo, no equilibrados con nada, de intercambios comerciales "favorables" y "desfavorables", etc. etc., todo encaminado a disfrazar la verdad, a pretender hacer ingeniería social, pagada por las propias víctimas.

 

Y sin ningún tipo de sentido común. Solamente embaucar a las victimas buscando que apoyen lo que solo le conviene a unos cuantos que se aprovecharán de todo. Crear una super estructura de burócratas, especialistas, leguleyos, gobiernos que no gobiernan, poderes sin ningún poder, cuyo único y verdadero fin es eternizarse en ese estado, vivir a costa de los demás que sí trabajan y crean y aparentando ser unos héroes cuando realmente son villanos.

 

Esa Anti-Economía llega a su expresión suprema en los países comunistas. Son descaradamente tiranías, con un grupo mafioso que asalta el poder y se lo queda para siempre, en nombre de una supuesta sabiduría para ejercerlo en beneficio de los demás, y hasta retrocede al poder hereditario de la nobleza. Son sociedades más cerradas que una caja de seguridad, dónde no se sabe, ni se puede saber, cómo son seleccionados los que mandan, que una vez empoderados solo son extraídos del poder por algún super-poderoso de más arriba. Sociedades -perdón por llamarles sociedades- dónde la propiedad es exclusivamente administrada, usufructuada y explotada por el "Estado", que, sin ningún miramiento, causa o justificación, expropia cualquier entidad no estatal, arruinando la producción o servicio de que se trate. La ausencia absoluta de vinculación entre los operadores o trabajadores y los negocios manejados por esa mafia desaparece toda posibilidad de esfuerzo racional e introduce la doble moral, el interés malsano de apropiarse de lo que no es propio, para poder sobrevivir e imitando la descarada usurpación de la administración que hacen los mafiosos del poder central.

 

Toda esa objetiva barbaridad, diseñada solo para usufructo exclusivo del núcleo mafioso gobernante, es presentada por los vendedores de sueños como "igualitaria", con beneficios sociales "gratuitos" y calidad de vida envidiable. Los menos avispados que se conforman con lo que les dicen, creen eso y hasta intentan convertir sus países libres a esa porquería. Hay un permanente intento de diseminar ese veneno, pagado por las mafias empoderadas, porque como el cáncer, el primer instinto de todo gobierno comunista es INVADIR a los territorios vecinos, apoderarse de sus defensas sociales para facilitar la penetración y ELIMINAR la competencia que significa la vida en libertad. La Anti-Economía es Anti-Humanidad, Anti-Libertad y Sojuzgamiento. Todo envuelto en un precioso paquete de regalo para incautos.