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Sunday, November 27, 2022

La Cantaleta

 

Hacer una sociedad “más justa” ha sido una cantaleta que ha perdurado durante siglos. Ha sido un arma poderosa de movilización social desde el principio de la civilización.  No siempre con partidos políticos promoviéndola – ya que los partidos políticos surgieron después – cuando se convirtió en una consigna mucho más elaborada, para llevar al poder político a sus promotores.

Porque desde siempre, sus promotores han pretendido ”cambiar la sociedad”, “hacerla más justa”, promover algún grupo que la utiliza como un imán para atraer seguidores. Porque desde que el ser humano “aprendió” – o fue obligado -  a vivir en grupo, unos pocos seres humanos se convirtieron en “líderes” de la manada, bien sea por sus dotes individuales, o por su promoción al “cargo” por un grupo de fanáticos suyos –“seguidores”- creados, a pesar que estaba muy lejos todavía el radio, la televisión, el internet, los medios de comunicación masiva.  

Porque esos “seguidores” han sido reclutados por la idea del “cambio”,  de la promoción de la “justicia”, cuya cabeza pensante es el líder que la empuja, desde siempre, y para siempre, con una idea subyacente y siempre oculta: ser el jefe, el líder, el legítimo representante de esa agrupación, no importa su tamaño, desde el grupo, la aldea, el pueblo, la ciudad, la nación… hasta el mundo, en sus versiones más sofisticadas.

A ese procedimiento de cirugía social, de pretender cambiar la naturaleza humana por la voluntad de un grupo promotor, “iluminado” y poseedor de una doctrina “infalible”, los intelectuales le han dado en llamar “ingeniería social”. Y aunque el nombre es bastante contemporáneo, es relativamente fácil de reconocer a través de todos los cambios y transformaciones de la sociedad que han transcurrido desde sus inicios, que todo cambio ha sido inducido, impulsado, promovido, por un pequeño grupo que logra entusiasmar a muchos para lograr el cambio, generalmente forzado y en contra de lo existente hasta ese momento. La violencia, ejercida en nombre de esa felicidad social que se alcanzará, ha sido el bisturí social que ha conseguido ese cambio.

Lo cierto es que cada uno de esos cambios puede ser explicado por la inevitabilidad del proceso de progreso de las fuerzas productivas para cambiar de una forma de propiedad a otra, como expresión natural del “parto” social. Esta ha sido la más aceptada explicación de la evolución natural, tornada en revolución socio-económica y política que hizo cambiar a la humanidad, inevitablemente de comunidad primitiva a esclavismo. De esclavismo a servidumbre y de ella a la revolución mercantil del capitalismo. Pero de ahí en adelante, otros cambios, son inexplicables por esa lógica.

El socialismo, presentado como la panacea universal que convertiría los mares en limonada, las lágrimas en perlas y otras fantasías, ha sido el más estruendoso fracaso de sociedad. Pese a que millones de tontos se dejan embaucar por la propaganda, la existencia irreal de un “socialismo democrático” contrasta con la espantosa realidad: entre 100 y 200 millones de muertos por hambre, persecución, represión despiadada. Desde Rusia en 1917 hasta hoy, donde quiera que se ha impuesto ha convertido en una pesadilla la vida social. Censura y represión despiadada, “igualdad” siniestra entre los líderes y sus acólitos contra la población; en fin, un verdadero desastre que corresponde a la “erradicación” de las desigualdades de la competencia libre capitalista y corolario de la ausencia de libertades, columna vertical de esa libertad empresarial clásica.

Un nuevo “ideario” se mueve siniestramente entre los bastidores de nuestra era. Una nueva “felicidad” conseguida por las mentes calenturientas de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, instrumento de imposición del llamado Foro de Davos, donde los herederos del nazismo pretenden instaurar una nueva Felicidad.

Disminuir la población a la mitad, no tener propiedades, una sociedad pletórica de robots y mecanismos tecnológicos que erradicará la necesidad de trabajar para los seres humanos. No tendrás nada, pero serás feliz. El gobierno mundial de esos seres erradicará la producción agropecuaria y la producción de alimentos que conocemos, sustituida por una producción de laboratorio, en aras de detener “el cambio climático”, el recién estrenado enemigo número uno de la humanidad. Ya han organizado la subordinación mundial de la salud a la OMS y así piensan organizar ese gobierno de plutócratas, a seguidas de otras iniciativas de mando mundial.

Los nuevos promotores de la felicidad mediante el cambio social con el bisturí centralizado se aprestan a continuar ese paso.

Lamentablemente, los encargados de hacer conocer estos planes son propiedad de los que pretenden imponerlos. De ahí su silencio. Y de ahí el creciente movimiento de libertad e independencia mediante el abrazo de la ideología que la humanidad ha atesorado como su mayor logro hasta la fecha: la independencia, la libertad, los valores familiares, los principios que erigieron la sociedad más floreciente que ha conocido la especie humana: los Estados Unidos de América.

Defender esos principios que se resumen en nuestra Constitución y sus Declaraciones adjuntas y se sostienen por aquellos que conservan sus valores para enfrentarse y  barrer con el pantano globalizador. Esa es la alternativa.

Sunday, November 13, 2022

Tia Tata Cuenta Cuentos

 

La mediocridad empoderada no solamente utliza las Mentjras Descaradas y las Falsas Verdades. También es adicta a los cuentos. Mientras más tremebundos y fantásticos…mejor. Es una especie de disfrute que les ofrece el poder  cuando no tiene contrapesos.

Todos los que han disfrutado de ese tipo de “autoridad” han dejado una larga lista de cuentos increíbles. La mayoría de esos cuentos apenas son recogidos por la historia a menos que se investiguen con cierta voluntad ya que generalmente son producto de cierto desespero para alejar sospechas por actos fuera de lo común, o por delirio de grandeza para ofrecer resultados grandi-elocuentes, que resultan un fiasco.

Por ejemplo, varios cuentos de imaginación desbordada para ofrecer un futuro glorioso, a sabiendas que era puro cuento, era costumbre de Fidel Castro, a tal punto que era conocido como “Tia Tata” por un personaje de la TV de la época que narraba cuentos infantiles, que lógicamente eran pura fantasía infantil. Pero las de Castro eran fantasías para adultos de todas las edades.

Un cuento para recordar fue vislumbrar  que en unos pocos años de sacrificio la población cubana tendría en sus fregaderos de la cocina, tres llaves: una para el agua, otra segunda para la leche y una tercera para jugo de naranjas. La realidad es que ni la del agua tiene agua. Y por arte de magia desapareció 8 millones de cabezas de ganado.

Otro segundo cuento maravilloso era la producción de 10 millones de toneladas de azúcar, la “bomba atómica azucarera” para conquistar el mercado. No solo no se cumplió ni remotamente, sino que después del fracaso desmanteló los centrales, y los vendió al exterior, condenando al hambre y la miseria a vastas regiones del país y sus pueblos y ciudades, creando una sociedad de miseria, pobreza inimaginable y penurias que se habían superado 200 años antes.

Un tercer cuento maravilloso de Tia Tata fue aseverar que “en unos pocos años, Cuba tendría un nivel  de vida muy superior al de los Estados Unidos”. En menos años todavía ha caído desde un  puesto entre  13 y 15 en el mundo al 173, a pesar de las mentiras descaradas de las estadísticas oficiales de la tirania cubana.

Pero no es solo un payaso tercer mundista el cuentero. Cuentos de igual tamaño y peso mundial fueron los de la mafia demócrata de Washington DC para crear un Donald Trump agente de Moscu, que intervino en las elecciones del 2016 para quitarle la victoria la Sra. Clinton.  Y mantuvieron el cuento vivo  hasta llevar a Trump a un juicio, sin ninguna prueba ni asomo de verdad, y todos quedaron frescos como una lechuga.

Otros cuentos de igual magnitud son los que generaron “interrupciones” del conteo electoral en 2020, tras las cuales el Sr. Biden rompió el record de votación, desde un sótano en su casa y le gano la elección a Trump, sin que eso pueda discutirse…

Pero esos  cuentos siguen generando similares problemas y resultados. Una nación que puso a un hombre en la luna en 1968 no puede, más de 50 sños después, hacer una elecciones y tener un resultado en 24-48 horas. Los cuentos siguen creando narrativas que modifican lo que las personas dicen. Según encuestas, el 73% del electorado esta contra la política de la administración…pero en esos lugares de conteo demorado y otros cuentos, pues votan contra su propio criterio.

Y en eso de cuentos, por favor, que mejor cuentecito que el del “atacante” del esposo de la Sra Pelosi, con pruebas secretas, que no se pueden revelar, con relatos policiales confidenciales, con personas que abren puertas en calzoncillos,  y bueno ese cuento todavía esta inconcluso….

Hay que decir que no todos los cuenteros tienen calidad en la imaginación o la suficiente cordura para hacer cuentos solo a futuro y no en el presente…

Monday, November 7, 2022

Mentiras Descaradas y Falsas Verdades

La industria de la politiquería tiene un arma fundamental: mentir descaradamente.

Como muestra palpable de esa aseveración solo es necesario repasar lo que afirman en la campaña electoral para buscar apoyo, votos y dinero con el cual financiar el acceso al poder y/o mantenerlo.

Para el politiquero promedio la receta es simple: Prometer contundentemente que luchará por obtener lo que el auditorio está ansioso de tener, no importa lo que sea; y aseverar, con la mejor cara dura posible, que su contrario está opuesto a que eso se logre… Eso no falla. Y de acuerdo a las circunstancias y/o a los años transcurridos desde que esa promesa haya sido enarbolada, insiste que de eso se ocupará desde el primer minuto después de ser electo.

Cuando llegue el momento de volver a la campaña para ser re-electo, simplemente reitera su compromiso con alcanzar esa meta y elude hablar de las causas por la que ello no haya sido posible, insistiendo en que su contrario y su agrupación política son los culpables por su conocida oposición a lograr alcanzar ese tema. No importa cual sea la verdad, esa siempre será su posición.

En el caso de las tiranías socio-comunistas, y similares, agrupados como izquierdistas, progresistas, y todo tipo de populistas, pues la campaña es permanente. Allí ni siquiera tiene que ir a elecciones… la campaña es cotidiana, principalmente para alinearse inequívocamente a la política oficial que representa y su encarnación en la excelsa figura de su líder máximo. Generalmente esa mentira es para ser consumida principalmente para mantener la contención del “enemigo” todopoderoso representado por el gobierno de otro país, que siempre será la encarnación viva y absoluta de la maldad, y las más pérfidas intenciones. Sostener esa mentira, como cantaleta por siempre y para siempre, es parte de la mentira oficial, ahora consagrada como principio eterno e inamovible.

Para muestra, un botón: en la democracia libre, aspiraciones como la “legalización” de supuestos derechos, ya sea la legalización de algo supuestamente importante para algunas minorías, la defensa contra políticas supuestamente discriminatorias, el establecimiento de supuestas “igualdades” machaconamente presentadas como producto de las malas intenciones de sus contrarios  y cosas por el estilo, difíciles de demostrar, pero que se convierten en una consigna cuidadosamente cultivada por años, por la agrupación política o grupo de presión social al que representan.

El botón de muestra de los socio-comunistas y las dictaduras y tiranías de igual corte, son el “bloqueo despiadado” a su desarrollo y crecimiento económico; la permanente “hostilidad” a su gobierno, las medidas “discriminatorias” que les han aplicado para contener su agresividad de conquista, la definitiva responsabilidad de sus enemigos por el empobrecimiento contínuo que de manera consustancial es la causa del resultado de sus descabelladas políticas, su ineficiencia administrativa, siempre enfocada al sostenimiento de su grupo dominante en el poder y nunca en la absoluta falta de eficiencia económico-administrativa a favor de resultados para la población, y otras realidades por el estilo.  

En la democracia en la que vivimos, vemos como los problemas ideológicos, anti-económicos y demagógicos consustanciales a su forma de pensar y que pretenden imponer como línea de pensamiento y objetivo de su existencia, de forma similar a la tiranía socio-comunista, están basados en la pretensión abstracta de modificar la historia real de la nación, imponer un sistema económico anti-económico, inflacionista, promotor de la erradicación del mercado como motor impulsor del desarrollo, gladiador de una supuesta lucha por eliminar supuestas desigualdades sociales, raciales y económicas y conducentes a la disminución sistemática del nivel de vida, de la seguridad nacional y del papel rector de las verdaderas palancas económicas por jerarquizar, equivocadamente, la ingeniería social por encima del bienestar y la prosperidad que han consolidado a la nación desde su nacimiento.

En el caso de la tiranía comunista, vemos como la sistemática destrucción de la base objetiva del  desarrollo y la prosperidad han destruido y arruinado a los activos económico-sociales de la nación. La nacionalización absurda de la propiedad de la tierra para dejarla destruir por incapacidad organizativa ha empobrecido a niveles insospechados la base alimentaria; de la esencia del contenido de la cartera de productos exportables. La destrucción consciente de la industria azucarera, la ruina de las comunidades creadas por la destrucción dirigida de los centrales azucareros y sus áreas agrícolas, tras siglos de desarrollo, han sido un factor clave en el empobrecimiento de millones de personas cuya vida económica, laboral y socio-cultural ha sido arruinada por una decisión estúpida y suicida. La destrucción de la industria básica, la generación de electricidad, la industria ligera, el comercio, la atención a la salud, el inexistente mantenimiento y desarrollo de los acueductos, la red de alcantarillado y demás servicios a nivel comunitario, han empobrecido la existencia diaria, destruido por inercia la red de carreteras y calles; la destrucción, por abandono de la cartera de viviendas, de la producción de bienes exportables y de consumo, han destruido la calidad de la vida social, rebajado el nivel de satisfacción ciudadana que carece de todo tipo de servicios, transporte y atención.

En resúmen, han tornado la sociedad cubana en invivible, como resultado de lo cual, alrededor de un tercio de la población ha emigrado, en oleadas y en un flujo continuo y sistemático; han destruido la familia al impedir la comunicación entre los que emigran y los que no, han creado un ejército de burócratas civiles, militares y para-militares, de delatores, de instigadores y ejecutores de la intimidación, operadores de una opresión y represión descomunales, que abarca un porcentaje tan alto de la población, que al descontar los niños y los ancianos, deja apenas una pequeña minoría para la producción, que por supuesto, declina sistemáticamente y hace todavía más invivible la existencia diaria. Encima de todo ello, han reducido drásticamente la capacidad adquisitiva con una política monetaria y de precios que baste decir es increíble: El peso que era a la par con el dólar en 1958, hoy vale entre 0.01 y 0.015 y encima, los bienes son vendidos en moneda extranjera, condenando a la indigencia total a una enorme cantidad de la ciudadanía y una depauperación creciente a la totalidad. De un paraíso han convertido al país en invivible y de vivir solo se puede sobre-vivir.

Pero por supuesto, la culpa no es de ellos. Es del “bloqueo”, en el cual adquieren la alimentación básica actual sin la que hubiesen muerto de hambre pues no producen absolutamente nada.

En ambos casos existen problemas de naturaleza similar. Solo que en la democracia, la votación electoral permite sacar del poder a los que no lo hacen bien, no importa su discurso.

En el otro, los tanques, el monopolio de las armas y la fuerza bruta, tiene que ser vencida.