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Sunday, May 28, 2023

Mis respetos ...

Como es sabido, la llamada Asamblea Nacional se reunió la semana pasada en La Habana. Tenía dos fines: uno público y otro escondido. El público se anunciaba como una revisión de la situación económica de la actual República del Castrato. Esa dualidad es una forma muy utilizada de engañar: llamar la atención del público para que mire lo que hace una mano, evitando que mire lo que hace la otra y que es el verdadero propósito del manipulador en el escenario.

En el caso del circo castrista, el verdadero objetivo escondido era aprobar y convertir en Ley, una feroz censura de la utilización de las redes sociales, con un  saco de condenas y de represion, escrita y abierta, con toda  la clase de abusos de los derechos, que no ve ninguna organización internacional (mucho menos el cómplice que manipula las Relaciones Internacionales de la UE, quien es un sirviente ciego del Partido Socialista español,  descarada y abiertamente cómplice orgulloso de la mafia venezolana, de la castrista, y de cualquier cosa que contribuya a desprestigiar el orden, el respeto y la convivencia internacional) y que era parte del entretenimiento, visitando a los tiranos coordinadamente  (qué oportuno!) durante  el show de la Asamblea.

Aprovecharon para reforzar la payasada con una “defensa” histérica de Mala Fe, los dos papanatas que pretenden,  una vez más, propagandizar la barbarie de 64 años de los grandes retrasos del pueblo cubano, disfrazada como “avances” y “logros” ese retrasar contínuo y sistemático del nivel de vida, la cultura, el desarrollo cientÍfico y técnico, la Vivienda, la alimentación, la enseñanza, la sanidad, la mortalidad y cuanto otro indicador exista.  Es una  verdadera proeza de la propaganda convertir  toda esa destrucción para que el resto del mundo, la acepte. Y algunos hasta la apoyen. La UE, a través de muchos de sus alcahuetes, entre ellos.

Parte importante de esa prestidigitación es posar como victimas, a pesar que sistemáticamente han fusilado, agredido, golpeado, encarcelado, reprimido, confiscado, exiliado,  por más de 64 años, lo que es una especialidad de los que han asaltado por la fuerza a la nación cubana. Pero cada vez resulta más complicado hacerlo, ya que las “victimas” fueron los verdaderos agresores, los golpeadores, los violentos.

Toda esa payasada, televisada y propagandizada a todo dar por los dueños del circo castrista, tuvo una sorpresa inesperada: la posibilidad, hasta ahora, desconocida, de transmitir en vivo el acto circense, por lo que cualquier televidente (por muy lavado que tenga el cerebro, por mucho miedo que la intimidación le haya inyectado y por mucha vigilancia “revolucionaria” de que sea objeto) pudiese analizar la puesta en escena en detalle, no por estudiados comunicados altisonantes, sino mediante el espectáculo en vivo y a todo color.

Y ahí es evidente que los dueños del circo encontraron un problema no previsto: la gente pudo evaluar la falta de enjundia de los “pre-claros” “delegados del pueblo”.  Su falta de coherencia, de objetivo, de criterio. Con una participación limitada únicamente a repetir consignas y pronunciar frases que les gustasen a los dueños del circo y que ni de lejos, intentaran hacer lo que se supone los había reunido allí:  discutir y analizar los problemas existentes. 

Los acuciantes problemas que provocan que un gran porcentaje de la juventud tenga una sola meta: emigrar. Por las buenas o por las malas. Por la puerta o por la ventana. Para Rusia o para Miami. Para Alaska o para Haití.

Los acuciantes problemas que hacen que los ciudadanos mayores parezcan zombies, hurgando en la basura para poder comer algo, o muriendo de hambre frente a todo el mundo, en plena calle, por desnutrición.

Los acuciantes problemas que hacen que miles de niños carezcan de la más elemental alimentación o que su cuidado sanitario provoque muertes masivas por infecciones, por mala asistencia médica y por ausencia de medios de toda clase.

Todo ello llevó a muchos a la comprensión  de lo que observaban atónitos:  la enorme incapacidad de ese sistema de ordeno y mando, de Partido único, que solo piensa en "agradar" a una silla vacía que representa en sus mentes adocenadas al mismísimo causante original de sus acuciantes problemas, un sistema que compele a decir lo que le guste a sus esclavizadores, de ignorar rampantemente la realidad aplastante, y mucho menos cualquier verdad.

Ese triste espectáculo aclaró a muchos, las causas verdaderas de sus acuciantes problemas y quiénes son los culpables. Y les dejó muy claro que las soluciones y remedios a esos acuciantes problemas no están en las manos de los que los han provocado, sea por la disciplina del ordeno y mando, sea por la ausencia impuesta de críticas a la realidad aplastante que demanda cambios. Sea por el amor al poder absoluto de los principales causantes de esos acuciantes problemas. No es el “bloqueo”. Son las acciones de esos culpables, que sistemática e impunemente pretenden esconderse detrás del mismo.

Como consecuencia y respuesta a ese lamentable espectáculo pudimos ver, gracias a los medios sociales, una intervención de una joven llamada Amelia Calzadilla. Quisiera resaltar que su intervención (la “directa” como se dice en el argot) tuvo dos partes. Una primera, referente a asuntos de enfoques y respuestas a otros que la han criticado o la han apoyado anteriormente, a lo cual no me referiré, ni es mi intención inmiscuirme en ese tipo de “directas” y “contra-directas”, ni es el motivo de este artículo.

Mi intención es subrayar que me asombró, muy positivamente, la madurez de su análisis, su profundidad, tanto en la identificación de las causas de todos los “acuciantes problemas”, como el dibujo, inteligente y enmarcado en la tremenda dificultad que ella tiene para decir la verdad en aquellas circunstancias, sin dejar de abordar las posibles soluciones, sin decir lo que ella no puede decir, pero sugerirlo de la forma brillante que lo hizo para no estar hoy en la cárcel.

Soy Economista de profesión, con años de ejercicio. He sido por años profesor de algunas de esas materias entrelazadas con la práctica social en varias universidades y paÍses del mundo. He practicado la investigación científica y el el estudio de los modelos matemáticos para el crecimiento económico también en instituciones y países diversos. He publicado materiales bibliográficos del tema. He sido testigo y victima de las barbaridades y abusos de poder que por años han causado la debacle a que se enfrenta hoy el pueblo cubano.  Resalto esto para mostrar que no soy ajeno a los análisis complejos y multidimensionales.

Como exiliado de muchos años y crÍtico observador de la estupidez, el capricho, el sistemático abuso del poder y el descarado aprovechamiento de sus posiciones dirigentes por la mayorÍa de esos que se sientan a decir cuentos y mentiras, me siento muy esperanzado de ver una persona joven, que estuvo comprometida con esa práctica, ha podido dar ese salto que significó su análisis: sereno, profundo, identificador de las causas y de las soluciones de esos acuciantes problemas.

La conclusión es que solo se requiere des-lavar el cerebro. Apreciar la realidad sin dogma alguno. Y ser honesto consigo mismo para exponerla.

Les dejo el enlace para que cada uno de ustedes, que lo desee, en forma serena y analÍtica pueda verlo y si les interesa lo suficiente, puedan estudiarlo.

Yo por mi parte le agradezco a esta joven su claridad, serenidad y profundidad. Y el ejemplo de que no se requiere ser académico, ni político. Solo se requiere honestidad y compromiso con la verdad. ¿ Dónde están los miles de economistas, licenciados en otras especialidades, docentes, investigadores y miles de otros cubanos para complementar ese análisis? Porque toda solución debe ser diseñada para resolver el problema.

Gracias!, Amelia Calzadilla!

Este es el enlace que los lleva a esa “directa”: https://youtu.be/5mFb85l9gJM

Sunday, May 7, 2023

Violencia y Pacifismo

La práctica es el criterio valorativo de la verdad. Analizar la historia de los cambios sociales, de las rebeliones populares, de las explosiones sociales, como sustento de la búsqueda de cómo actuar frente a la monstruosidad castrista. Es la meta de nuestra generación, aplicar las enseñanzas para tener éxito en cambiar la realidad.

Todos los cambios sociales son la consecuencia de la inconformidad de una mayoría con la situación en que la mantiene una minoría, basada en el poder, en leyes arbitrarias y una represión contra los que osen retar ese dominio.  El conflicto entre la mayoría y la minoría dominante es el origen, la presión social, que genera un combate entre oprimidos y opresores. Entre los que reciben la violencia y los que la aplican. La imposición, por la fuerza, por el ejercicio sistemático de la violencia, por el dominio de las instituciones que posee la clase dominante para reprimir, encarcelar y tratar de destruir a los que osen retar su poder omnímodo.

Los atrincherados en el poder se obstinan en ese dominio porque es la base de su riqueza, de su bienestar, de su prevalencia. Y por ello, mientras más fuerte y evidente es el conflicto, más impúdico, cruel y salvaje es el tipo de violencia. Es una relación de causa-efecto que conlleva una realidad: si los poseedores del poder son desplazados, serán juzgados, encarcelados y perseguidos por los crímenes cometidos, por la violencia salvaje empleada. Otra relación de causa-efecto que impulsa la violencia extrema.

Los que luchan por liberarse del yugo opresor no tienen más remedio que aplicar una contra-violencia como “legítima defensa” para sobrevivir. Otra relación de causa-efecto para incrementar la violencia en los conflictos sociales.

La historia no refleja ejemplo alguno de suicidio político, económico y social. Todos los que ejercen el poder por la fuerza no pueden renunciar a defenderlo hasta las últimas consecuencias porque no solo perderán privilegios, riqueza y bienestar, sino la propia existencia; enfrentarán la cárcel y la condena.

En nuestra Patria, los “revolucionarios” que ocuparon el poder en 1959 confirman esa lección histórica. Desde la “advertencia policial” precursora de una condena, hasta el fusilamiento o la desaparición, esa violencia se manifiesta según la necesidad, en mítin de repudio, intimidación, golpiza, enjuiciamiento arbitrario, cárcel. Y ello va desde lo individual hasta lo grupal. Lo consagran con el principio “divino” de la “defensa de las conquistas”.

Esa especie de mafia empoderada se esconde detrás de la política, el patrioterismo, la "herencia" mambisa… en fin lo que les venga bien en cada momento, para reprimir, encarcelar, golpear, fusilar…  Es una tradición que se inaugurá por el sovietismo stalinista, la NKVD, la Stassi, la Seguridad del Estado. Esa tradición creó el campo de concentración, una represión tan extrema y absoluta, que solamente le deja a las victimas una salida: escapar . Y esa es la clave: dejar una única salida: escapar.

Si se examina esa forma se comprueba cuan conveniente es para ellos. Con solo unos pocos represores, sin alma, corazón o límite, y con absoluta impunidad, se mantiene controlada una enorme cantidad de victimas, cuyo único propósito individual, sin cómplices, ni alborotos, es escapar.  Los que logran hacerlo no enfrentan consecuencias…ni generan alboroto; probablemente serían los más proclives a crear conflictos, asi que …perfecto…que escapen ! Y de paso, le ofertan a los represores la posibilidad de  un falso salvoconducto para que sus espías, agentes, soplones, colaboradores también escapen.

La conveniente mentalidad de campo de concentración impuesta a toda la población es el muy cómodo miedo y terror que impide, retrasa o dificulta la protesta. Es la conveniente “paz de los sepulcros” impuesta para mantener a las victimas contenidas por el genocidio alimenticio, sanitario, estructural, comunitario,  cometido y que se sigue cometiendo. No es casual que la tiranía haya utilizado, utilice y posiblemente utilizará ese método:  Desde los vuelos de la libertad, Camarioca, la Embajada del Perú, el Mariel, el Maleconazo, la excursión a los volcanes, la masiva búsqueda de visas para ir a otros países, etc.

Es por ello, extremadamente importante lograr que la gente anteponga el miedo a que sigan matando a sus hijos y familiares por hambre, insalubridad, derrumbes, infecciones. Eso  constituye  el mejor logro de la tiranía. Le concede una impunidad extendida.

Que la gente anteponga el miedo a la muerte de sus hijos y mayores, que ya ocurre muy frecuentemente, por la hecatombe existente, frente al miedo a los represores, conseguirá que en las protestas se genere la “legitima defensa” de los reprimidos y descubran que los represores pueden ser aislados y castigados igual o peor que las victimas.

Legitimar la contra-violencia es ponerse a tono con las enseñanza de la historia, de la práctica como criterio valorativo de la verdad. No existe posibilidad alguna de que haya cambios sin conflictos, sin violencia, sin expulsar a la tiranía del poder abusivo que posee.

El amor filial de impedir la muerte a plazos de sus hijos, padres y familiares es la fuerza que se impondrá para superar el miedo del campo de concentración.