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Sunday, December 27, 2020

Los Reyes Magos

 Como en las mejores películas de misterio, el proceso electoral Americano guarda sus mejores emociones para los finales. Entre los muchos caminos que se presentan, llegar al Día de Reyes para celebrar la Sesión de Elección final del Presidente electo por parte del Congreso, parece ser la alternativa tomada por el Presidente.

Allí terminarían de develarse los cuentos de las Mil y Una Noches de los conspiradores para privar al Presidente de sus próximos cuatro años, encabezados por el llamado “Deep State”, la dirección del Partido Demócrata y sus brazos ejecutores: la Prensa encompinchada con las denominadas Redes Sociales, los funcionarios electorales y judiciales de los estados escogidos para ejecutar el mayor fraude electoral de nuestra historia, junto a otros federales que constituyen la columna vertebral de los “never Trump”, dentro de la Administración Federal, la propia Casa Blanca y hasta el Tribunal Supremo.

Esos que no han tenido ni tienen ojos para ver el fraude que todos ven, o bien, no tienen el coraje para enfrentarlo, se verán como el Rey desnudo de la conocida fábula y, en no pocos casos, enfrentarán la justicia verdadera representada por los que son herederos de 1776. Los más de 70 millones de norteamericanos que respaldan al Presidente Trump y su lucha por esos valores legítimos del 1776 reanudarán una nueva etapa de la lucha por la supervivencia de la República: concluir las tareas de desecar el pantano, tanto el grande de Washington DC, como sus “sucursales” en estados, condados y ciudades, restaurar la educación de las generaciones futuras sobre los valores verdaderos de la República, erradicar los falsos valores que se han apropiado de la vida pública, restaurar la Libertad de Expresión y con ella, la libre competencia económica, política y social que es la piedra angular de nuestra nación.

El campo de batalla actual ha dejado su rastro de caretas caídas a todo nivel. El Partido Republicano saldrá fortalecido al haber logrado poner al desnudo las falsas lealtades de muchos de sus supuestos líderes, contaminados en la misma corrupción que les permitió sobresalir con alianzas ocultas, falsas promesas y una brújula común: el interés personal por encima de cualquier otro.

Para ese final feliz se requiere mantener la lealtad a los principios que nos han hecho llegar hasta aquí, el apoyo al Presidente Trump y la vigilancia para descubrir las trampas abiertas  o escondidas de los enemigos de la nación, encabezadas por el arma de destrucción masiva poderosa de los noticieros llenos de mentiras, medias verdades y enfoques engañosos, los titulares y artículos de una Prensa vendida y las armas escondidas de una redes sociales que utilizan sus herramientas de control inmisericordemente para censurar qué podemos saber, qué podemos encontrar cuando buscamos saber e inundarnos de falsas verdades comprometidas con la traición.

Una de las tareas pendientes al concluir esta batalla actual es la descontaminación de esas armas de destrucción masiva del pensamiento y la voluntad. Re-encontrar su verdadero papel en la Libertad de expresión diaria en todos los campos de la vida social, profesional, científica y económica para restaurar la promesa de libertad verdadera de nuestra República que llevó a la nación a la cima de la civilización en sus logros económicos, políticos y sociales,  restaurar en su plena acepción el principio de igualdad de todos ante la Ley y de oportunidades para el desarrollo individual, familiar y nacional.

Demos la bienvenida a esa América Grande otra vez para lo cual tenemos que asegurar la victoria frente al mal en las próximas semanas.

  

Thursday, December 24, 2020

La Solución Final

Los días que pasan evidencian la sórdida, compleja y extensa conspiración contra nuestro sistema de vida norteamericano que fue establecido por los padres fundadores hace más de 200 años.

La República, con su fuerte vínculo con los verdaderos ciudadanos, se resiste al golpe de estado conspirativo, que por más de 60 años viene sufriendo y cuyo fin es destruir los basamentos de esa República: la Libertad, los derechos de libre expresión y de libre empresa, incluidos, la espiritualidad, la familia y el amor a la nación, la igualdad de todos ante la Ley, el amor a sus símbolos y su sagrada defensa.

El penúltimo acto de esa conspiración es la censura a las opiniones, establecida por la Prensa, los Medios y las Redes Sociales, para ocultar el fraude, para disfrazar el intento burdo de apropiarse del poder del gobierno y destruirlo desde allí, como han hecho en Venezuela, en Argentina, en Bolivia y en Nicaragua, siguiendo la receta del Foro de Sao Paulo y los designios del Nuevo Orden Mundial, con el fin de destruir la última trinchera de defensa del mundo: los Estados Unidos de América bajo la Presidencia de un líder legítimo, proamericano y anti-globalista. No pocos agentes infiltrados de esos semipaíses han formado parte activa de la conspiración, fomentando desórdenes, propagandizando falsedades y aterrorizando en las calles.

El desenvolvimiento de los hechos ha ido mostrando la magnitud de esa conspiración, a la que se han unido traidores al país de todas la tendencias, pero inspirados en su conjunto por sus intereses personales, o sometidos por el chantaje, la intimidación o la simple complicidad. A ella se han plegado oficiales electos, jueces venales, supuestos defensores de la Ley tornados en defensores del delito y que han contado con la complicidad de servicios secretos extranjeros, espías y agentes de otras naciones.

Millones de norteamericanos se han agrupado para defender al Presidente Trump, y lo que es más importante y sagrado: su República amenazada, sus libertades cortadas y su prosperidad presente y futura, comprometida en aras de la corrupción, los negocios escondidos, la traición a la nación y la demagogia y las mentiras más rampantes.

Estamos confiados en las reservas morales del patriotismo verdadero. El patriotismo leal a los padres fundadores y su obra, a los intereses del pueblo y no los de sus falsos líderes, comprometidos con ideologías que vergonzantemente tratan de ocultar y que disfrazan con bellas palabras que esconden bochornosas intenciones.

Estamos en los días decisivos de este combate entre la Libertad y la opresión, entre la Constitución y sus detractores, entre el pantano y los que pretenden sanarlo para el bien común.

Dios nos alumbre el camino para salvar nuestra República, la nación líder del mundo en Libertad, prosperidad y justicia.

Friday, December 11, 2020

Desde el punto de vista de Abraham Lincoln

Nuestra República está en peligro. Asaltados por una "izquierda" globalizada que se ha creado como un mosaico de izquierdas yuxtapuestas, con muy diferentes perfiles, y que se muestra públicamente en un bloque llamado "Partido Demócrata", abarca desde Antifa hasta unos desaparecidos "blue-dogs", en período de extinción. Esto se inscribe en un mundo bajo asalto de unas fuerzas llamadas "globalistas", ya apoderadas de regiones del mundo y aupadas por la ONU y otras organizaciones internacionales, para apoderarse del resto. Estas fuerzas no son para nada ajenas a ese asalto a nuestra República y el antagonismo se basa, como siempre, en la Economía.

Nuestra República, basada en la Economía Liberal de igualdad de derechos y oportunidades, gobierno limitado, libertades irrestrictas, amor y lealtad a la nación que simboliza todo lo anterior, ha producido la más expansiva economía y prosperidad de la historia humana. Los globalistas quieren implantar un nuevo sistema, con bases muy diferentes, con un papel rector de instituciones globales, sin fronteras, borrando muchas de las tradiciones y principios que no se avengan a su gobierno global, con libertades limitadas, desarrollo económico socializado y distribución de riquezas predeterminada. Un nuevo fantasma que recorre al mundo. Y como aquel del siglo XIX, pretende "imponerse" por la fuerza económica-financiera de sus amos.

Para esa visión "nueva" del mundo, de la humanidad y de la economía se requiere el dominio del conjunto del planeta y ahí tropieza con nuestra República, interpuesta en el medio de esas aspiraciones. Y aunque parezca increíble, varios de los "líderes" de esa "nueva" visión globalista, han sido parte de la cultura norteamericana, de los grandes banqueros e ideólogos, siempre escondidos detrás de otros, que cultivan y han cultivado siempre sus intenciones. Se agrupan generalmente con los Demócratas, aunque muchos son "Republicanos", solo de nombre, pero bien coludidos con todos los que aspiran a derrotar la República, defendida por muchos, agrupados detrás del Presidente Trump, quien antepone los USA a cualquier otra cosa.

Con esa precisa intención, por decenas de años promovieron ese gobierno mundial con la Sociedad de las Naciones primero, la ONU, la Unión Europea y otras. El cuento siempre ha sido "una humanidad mejor", "evitar los conflictos" y otras bellas palabras. A través de ellas, los instrumentos de dominio: el Fondo Monetario, el Banco Mundial, y otros, encargados de ir "acomodando" la Economía mediante el endeudamiento, los controles, monetarios, la corrupción; todos los cuales maniatan a los gobiernos y les obligarán a decir que sí, a todo.

Por el lado interno han promovido mini ejércitos desestabilizadores, ideas de "justicia social", deterioro de los valores de la República y de la familia como su basamento, de la espiritualidad como su escudo y del amor a la nación como su defensa. Todo esto comenzó desde el día siguiente a la victoria de la Guerra Civil y ha ido creciendo hasta llegar a la situación actual. Para ello, han promovido sin descanso, estas ideas y actuaciones:

·        Deteriorar sistemáticamente los fundamentos de la nación y utilizar la educación y la cultura para crear generaciones de profesionales desapegados a la nación, convencidos de que es una nación erigida sobre la injusticia racial, social y económica, a la que hay que destruir, minando al mismo tiempo el poder de la familia y la espiritualidad para hacer presa de su ideología las generaciones más jóvenes que serán los votantes y futuros gobernantes.

·        Imponer una censura del pensamiento a través de la expresión, con un invento llamado "políticamente correcto" en las relaciones entre personas, entre organizaciones y en los medios de comunicación, que fueron dominados desde el primer día, para generalizar sus ideas. El noticiero de cada día repite lo mismo, cierto o no, en todas partes, en todos los periódicos, todos los idiomas y en todas las ciudades. Copia al carbón del lavado de cerebro comunista, pero con shampoo, guantes de seda y secador de pelo.

·        Crear grupos de choque locales para intimidar a los que no obedecen, imponer candidatos y funcionarios fieles a su grupo, hacer todo tipo de trampas y manipulaciones para tener ciudades y estados enteros bajo su control, que con el tiempo impondrán sus reglas hasta apoderarse de la nación, desaparecer los fundamentos de los padres fundadores, erradicar los principios de la Constitución y convertir la República en un feudo propio. Samuel Alinski y el grupo de Frankfurt en pleno ejercicio.

·        Infiltrar todo el aparato gubernamental en cada ciudad, estado y toda la nación, con funcionarios designados que obedezcan a sus principios y deseos, enmarañar todos los procesos gubernamentales con licencias, permisos y regulaciones que permitan controlar bajo cuerda todo tipo de desarrollo, crear la corrupción subterránea que desprecia los principios morales y convierte a los funcionarios, electos y/o designados, en cómplices y aliados.

·        Empaquetar las filas de oficiales de la Ley, Jueces, y funcionarios afines, con personas totalmente asociadas a esa línea de pensamiento para asegurar que los comportamientos sean "legalmente confirmados" y sus promotores, inamovibles e impunes.

Esta izquierda, coludida con los promotores del llamado Gobierno Mundial, simplemente son aliados naturales que desde hace tiempo trabajan juntos. Es parte de la ideología de unos y de los intereses de otros. Y al aliarse con gobiernos extranjeros para apoderarse de nuestra República, están cometiendo un delito de traición, previsto y condenado en la Ley, aunque, naturalmente ellos se presentan -como es usual- como grandes patriotas que quieren el bien común, para lo que necesitan destruir la Constitución, cambiar los derechos, acabar con la ley y el orden, transformar los poderes y particularmente la Corte Suprema llenarla con muchos, muchos Jueces que piensen y actúen para ellos.

Es evidente que esa lucha actual va mucho más allá de las elecciones, tanto nacional, como internacionalmente. Y para mantener la República que nos heredaron nuestros Padres Fundadores es esencial cortar por lo sano. Es lo que significa "drenar el pantano" e incluye que el proceso electoral sea sano y dentro de nuestras leyes y principios o como dice el dicho" tanto va el cántaro a la fuente, hasta que se rompe", por lo que se requiere rescatar esa República en la práctica, en el presente y para el futuro, garantizando:

-Reforzar los fundamentos de la nación en la vida diaria, en la cultura y en familia, la sociedad y la educación, para crear apego a la nación, a sus leyes y principios, a su espiritualidad y volver a colocar la familia, la espiritualidad y el patriotismo en el lugar central de la vida social.

-Recuperar, en toda su extensión y significado, la libertad de expresión verdadera, erradicando esa monstruosidad llamada "corrección política" que intenta amordazar cualquier idea o concepto inconveniente para quien la ejerce y abusa.

-Eliminar toda intimidación social y política, recuperando el verdadero libre juego de las ideas y suprimir el "bullying" político y social mediante la Ley.

-Recuperar la santidad de la pulcritud y transparencia de la "cosa pública" y eliminar toda posible regulación que fomente la influencia y la corrupción.

-Depurar las filas de jueces, fiscales y agencias de la Ley, Consejos Municipales y Condales y Gobiernos Estatales de elementos corruptos y agentes de potencias extranjeras que menoscaben nuestra soberanía, debiliten nuestras empresas y entidades e importen juicios y principios ajenos a nuestra República y sean activos defensores de la Ley y los principios de la República.

-Crear organizaciones federales, estatales y locales que velen por el cumplimiento de estos principios, exijan a los participantes de la vida social su aceptación y depuren las filas sociales y políticas de agentes pagados o no, conscientes o no, de ideologías contrapuestas a la Libertad, el Libre Mercado y el fortalecimiento de nuestra República, sus instituciones y fuerzas civiles y militares. No es posible permitir que se destruya la Democracia en nombre de los derechos que aseguran su práctica. No es posible permitir que se destruya la nación utilizando las herramientas que la conforman.

-Fortalecer el principio de los derechos verdaderos. Los derechos fundamentales son de la mayoría, de todos los ciudadanos, y están por encima de los derechos de los pocos que son violadores de la Ley y de los delincuentes y enemigos de la nación.

 


Wednesday, December 9, 2020

Los síntomas de un colapso inminente

El creciente e imparable malestar de la población cubana viene galopando hace mucho tiempo y determina, sin lugar a duda, una especie de condena a muerte de la robolución que cumple 62 años de existencia dentro de unas semanas.

Los factores son múltiples, pero todos tienen un denominador común: la fatiga de la población cubana por soportar condiciones de vida tan deterioradas que van más allá del Tercer Mundo y el malestar extremo por el clima sociopolítico burocrático, anquilosado, corrupto y cada vez más alejado del mundo civilizado.

Desde el punto de vista material, el deterioro del nivel de vida de la población cubana es difícil de medir ya que la tiranía se encarga de esconder las estadísticas y falsificarlas. La moneda, mercancía de cambio por excelencia y medidor del valor, aunque distorsionada por decisiones oficiales, es evidente: un peso cubano en 1958 valía un dólar. No había mercado negro ni ningún tipo de paralelismo. Hoy hay un montón de paralelismos, incluso de "monedas" diferentes, el CUC, CUP, MLC, y otros muchos "medidores" oficiales, cuyo verdadero fin es esconder la realidad.

Esta es la realidad: el peso cubano vale entre 1/25 y un 1/150, según el cambio oficial o el cambio de mercado. Por lo tanto, el nivel de acceso de las personas al mundo mercantil ha descendido entre 25 y 150 veces. No estamos contando que el nivel de precios es disparatado y esas limitaciones están complementadas con racionamiento, escasez, mercado negro y corrupción galopante. Si tenías 100 Pesos en 1958, hoy tienes entre 4 Pesos y 66 centavos, que solo puedes gastar haciendo colas interminables y soportando la corrupción policial y de los propios tenderos.

Un segundo elemento es mucho más complicado de cuantificar, pero igual de asfixiante. En esta larga data de sufrimientos, se derrumban las viviendas, se deterioran las calles, se han destruido los acueductos y los alcantarillados, el sistema de transporte se ha colapsado varias veces. La tiranía no mantiene y mucho menos desarrolla la infraestructura.

El sistema educacional es uno de los peores desastres de esa robolución, tanto por su contenido, transformado en descarada propaganda, como en la plantilla escolar. Escuelas destruidas, baños inexistentes, inexistencia de libros y materiales escolares, maestros improvisados sin la calificación requerida.

El sistema de salud es otro desastre. Hospitales casi colapsados, inexistencia de insumos y materiales, falta de la limpieza y el orden más elemental, negligencias médicas galopantes que cuestan vidas y un significativo deterioro en el nivel profesional de sus graduados. Esa falta de preparación se debe a lo que significa la formación en una plantilla hospitalaria derrumbada, ausencia de medios y deterioro del personal facultativo, mezclada con la corrupción que les plantea a los pacientes pagar regalos y coimas para recibir tratamientos y atención. Los "graduados" en forma masiva son semi esclavos destinados a enviar al exterior para sacarles dinero a otros países.

Cuando se suma todo ese ambiente social y material, mezclado con la creciente opresión y represión asfixiante le crea una presión socioeconómica y política insoportable y genera la rebeldía ante el status-quo, la inconformidad explosiva en las aglomeraciones de colas y esperas y el inevitable surgimiento de protestas que ascienden de individuales a grupales y a multitudinarias. Si mezclas la violencia que ejerce el poder opresivo ante la más mínima disensión, pues el ambiente explosivo se incendia y el incendio se propaga.

Esa es la situación actual, complementada con lo imponderable: el surgimiento de jóvenes rebeldes y la espontánea creación de movimientos sociales y políticos que retan al poder establecido, que ciegamente aplica la fórmula que ha usado por 61 años: represión, intimidación, golpizas de brigadas de respuesta rápida y oídos sordos, desprestigio de los protestantes por su aparato monopólico de propaganda.

Hasta cuándo esa fórmula le seguirá funcionando es muy dudosa. Junto con ella viene lo que ha hecho sistemáticamente durante ese tiempo: abrir las fronteras a una emigración masiva y descontrolada que baja la presión social y le permite infiltrar agentes en otros países. Lo dudoso es cuáles países le permitirán esa invasión.

El hecho relativamente nuevo de la situación es la división de la economía cubana en dos partes: la economía en manos de los militares, que es la forma adoptada para robar a todo el pueblo cubano, escondido bajo el manto del secreteo y la complicidad de bandidos internacionales que le sirven de agentes de corrupción por una tajada de las ganancias, y una segunda parte, la civil, disfuncional, burocrática, anquilosada, sin recursos y rígidamente establecida sobre la base del poder estatal y el marginamiento de la poca propiedad privada, la represión de todo tipo de iniciativa y la más absoluta desatención, cuya producción es escasa, insuficiente y decreciente. Esa es la que tiene que financiar el nivel de vida y la actividad social. La primera es solo para robar.

¿Hasta cuándo podrá la tiranía cubana soportar la creciente presión social por un cambio?  

¿Cuándo explotará esa olla de presión que es la sociedad cubana? 

No hay que ser muy listo para poderlo estimar. El supuesto contenido ideológico de izquierda ha desaparecido por completo. Aquello fue un taparrabos de algo peor que fueron evolucionando hasta llegar a hoy,  un sociedad mafiosa, secuestrada por un grupo super corrupto de militares y cómplices civiles, llenos de riquezas ilegales, depositadas en bancos extranjeros que ha apretado el paso de la explotación hasta llegar a niveles que son insoportables. El mismo modelo de Venezuela, que se constituye como el llamado "Socialismo del Siglo XXI", que es la misma bazofia del Siglo XIX y del XX, pero ahora mucho más descaradamente dirigido por ladrones mafiosos.


Wednesday, December 2, 2020

¿Incautos ó Traidores?

 Las personas con un cociente de inteligencia normal se preguntan asombradas, por qué la pseudo filosofía barata del populismo socializante avanza en el mundo libre si casi todo el mundo sabe, conoce, intuye, que el socialismo es una aberración de los liberales de izquierda trasnochados que promueven un “socialismo democrático” que no existe, no ha existido y no existirá. El que existe y ha existido es una sociedad tiránica, brutal, empobrecedora que ha cobrado casi 200 millones de muertos.

El socialismo democrático es una entelequia propagandística, una propuesta vacía, hipócrita y vergonzante, que promueve algo que los filósofos podrían llamar “una contradicción en sí misma” ya que socialismo y democrático son dos conceptos diametralmente opuestos, imposibles de coexistir en el mismo tiempo y espacio. El socialismo es esencialmente anti democrático. Es la violencia del poder político del estado, ejercida por un grupo dominante que se apropia de ese poder, en contra del resto de la sociedad, prohibiendo el ejercicio de la libertad empresarial, política y ciudadana para preservar ese dominio sobre la mayoría, por una sola y simple razón: la libertad de competencia entre la propiedad pública, administrada por una clase en beneficio de ella misma y la empresa privada es aplastantemente conocida: siempre la propiedad privada es más eficiente, productiva y socialmente progresista que la propiedad pública, siempre gana la competencia por la misma razón que un caballo de carreras siempre le gana a un asno: está mejor dotado por la naturaleza para correr y ganar, lo que determina la gran contradicción del “socialismo democrático”, solo funciona PROHIBIENDO COMPETIR, OBLIGANDO A TODA LA SOCIEDAD A OBEDECERLO Y CRIMINALIZANDO A QUIENES NO ESTAN DE ACUERDO. Bonita democracia socialista.

El mejor y más explícito avance práctico del concepto “democrático” de esos liberales de izquierda es la censura. Censura del pensamiento y la palabra con el “políticamente correcto” que es una mordaza autoimpuesta por inducción social. Censura de la expresión pública en Twitter, You Tube y Facebook, que borra todo aquello que no es del agrado de los censores, que no coincide con sus “verdades” o perjudica a sus escogidos. Imaginen lo que sería si se apoderan del poder “democrático”.

El socialismo “democrático” no es otra cosa que un chupete propagandístico para incautos e ignorantes de lo que significa “socialismo” como sociedad que impone dogmas, reglas y conductas sobre la población, disfrazadas con bellas palabras, con conceptos grandilocuentes sobre los derechos de los “menos favorecidos” y con similares remedios de uso general, iguales a los ungüentos “maravillosos” que vendedores de feria vociferaban en el siglo XIX. Ambos son cosas de ese siglo XIX: los ungüentos de feria maravillosos y el socialismo.

El socialismo “democrático” es una modernización de la misma porquería del siglo XIX, solo que los modernos intelectuales liberales de izquierda sienten vergüenza y tapan el desnudo con el “democrático”. Y para acabar de mentir descaradamente, como nos tienen acostumbrados, pues dicen con la mejor caradura posible que los países nórdicos son socialistas democráticos. El mejor “chequeo de la verdad” como se dice por los censores de You Tube, Facebook y Twitter es éste: chequeen las Constituciones de esos países.

Parte inseparable de ese sancocho sociopolítico democ-rata es su filosofía para relacionarse con los enemigos, cuando de relaciones internacionales se trata. Cuando se trata de cosas nacionales, los enemigos somos nosotros, los que creemos en la Libertad, a los cuáles se nos aplica la intimidación, el acoso y la agresión. Para eso están las brigadas de respuesta rápida estilo cubano: los antifa y los colectivos estilo chavista de BLM. Pero cuando se trata de relaciones internacionales con otros estados, de países “contrarios”, tienen una filosofía liberal, estúpida y suicida, que cree que los comunistas son malos porque son pobres y que, si se vuelven ricos, pues dejarán de ser comunistas. O sea, si tu alimentas todos los días a un cocodrilo, y le dejas libre, no intentará comerse a otro ser humano…

En el caso chino, esa “filosofía” los hizo, desde Deng Xiao Ping, albergar la esperanza tonta que si les ayudábamos a ser ricos y poderosos pues iban a ser leales amigos. La mismísima estupidez de los Obamistas con Cuba. Eso se debe a la rampante ignorancia de lo que significa la ideología comunista, basada en liquidar a los demás y ser únicamente ellos los poderosos como forma eterna de permanecer en el poder por la fuerza, donde el hambre y la pobreza son herramientas de opresión para quedarse en el poder. ¿O quizás hay otra cosa escondida…cómo se puede ser un ilustre intelectual de izquierda y no ver lo que tus ojos te enseñan?

Lamentablemente esas “verdades intelectualoides” es lo que inducen a pensar en los estudiantes y los futuros profesionales que serán el gobierno del mañana. A su vez, los comunistas infiltrados apoyan esa estupidez hasta el límite, ¿pues…Qué mejor ciego que quien no quiere ver? ¿Qué mejor enemigo que quien no quiere pelear? ¿Qué mejor guardián del capitalismo que quién vive cultivando la amistad y los negocios con sus enemigos?