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Monday, July 12, 2021

El 11 de Julio del 2021 en Cuba

 

La explosión social en Cuba, que muchos esperaban y otros muchos consideraban imposible, se acaba de producir el domingo 11 de Julio. La espontaneidad, la masividad y el genuino carácter anticastrista de esa multitudinaria acción colectiva, que se produjo como una reacción en cadena a todo lo largo y ancho del país, fue tan aplastante que le tomó muchas horas a las fuerzas represivas reaccionar y reprimirla con toda la ferocidad que caracteriza a los regímenes comunistas cuando se trata de aplastar la resistencia popular.

El alzamiento en Hungría en 1956 y la masacre de la Plaza de Tiananmen son dos claros ejemplos de la ausencia de escrúpulos de los regímenes comunistas para aferrarse al poder aplastando a los ciudadanos. El tercer claro ejemplo es la Guerra Contra Todo el Pueblo del régimen castrista, desarrollado el 11 de julio y cuyo verdadero saldo de víctimas tardaremos en saber, debido al velo de secretismo del régimen, al apagón de las comunicaciones, al silencio impuesto sobre los acontecimientos con ese deliberado propósito de ocultar, disfrazar y maquillar la salvaje represión contra la población cubana en muchos pueblos y ciudades a todo lo largo y ancho del país.

Es muy difícil jugar a ser adivino para saber las consecuencias de esos actos salvajes, las golpizas inmisericordes, los asesinatos a sangre fría, la intimidación rampante a que la tiranía tuvo que acudir para sacar a la gente de las calles, apagar las protestas e imponer la paz de los sepulcros. Cuanto durará el efecto apaciguador de la represión extraordinaria es imposible de adivinar, pero es muy probable que tenga resultados similares a los que a lo largo de la historia han hecho los comunistas en casi todas partes del mundo, de una manera u otra: el efecto a corto plazo puede aparecer “efectivo” pero las heridas infligidas en la mente de la población alimentan mucho más el resentimiento, el odio abierto a los represores y el desencanto y ansias de venganza, que a mediano y largo plazo hacen imposible la supervivencia del régimen. Los golpes infligidos, el luto causado, el odio reprimido del pueblo pisoteado se convierten en una barrera impenetrable para la relación entre gobernantes y gobernados.

Cuando se une esta realidad con la rampante mediocridad de la dirección y la administración social castrista, especialmente inadecuada y prácticamente inexistente, permiten aquilatar el enorme fracaso de la revolución y prever que esa situación se va a recrudecer, empeorando aún más el panorama social, político y económico que ha sido el motor impulsor de esta explosión. Los antecedentes de lo que ocurre hoy están presentes y actuando a lo largo de los más de seis décadas de disparate tras disparate, todos ellos siempre encaminados a una “victoria” inmediata y a un fracaso mediato.

Si repasamos la situación real del castrismo salta a la vista la bancarrota total, consecuencia de más de seis décadas de disparates sin sentido: incautación de las tierras agrícolas para no explotarlas, destruyendo una buena cantidad de uso y efectividad de esos enormes activos. Otro tanto con la masa ganadera de unos 7 millones de cabezas. La industria azucarera, totalmente destruida. La cartera de viviendas, abandonada en absoluto, destruyendo otra enorme cantidad de activos sociales y generando un enorme problema poblacional. Otro tanto con los seguros sociales, las clínicas y hospitales privados y públicos, las instituciones de educación, la Banca y sus activos propios y en custodia. El comercio de todo tipo, los almacenes de importación, la infraestructura portuaria, los centros culturales, los cines y teatros, clubes de playa y sociales...en fin, no hay sector de la economía nacional exento de una destrucción física y económica que se puede ver a simple vista, aunque es muy difícil de contabilizar.

La ausencia de administración ha agotado las ingentes riquezas que tenía la nación, que fue incautada por ellos, pero nunca administrada y que fue siendo explotada sin mantenimiento ni reposición alguna hasta dejar en ruinas físicas y en bancarrota económica a la nación, lo que ha deteriorado en forma real y evidente el nivel de vida, el bienestar económico y la capacidad de sobrevivir de la población, esquilmada con imposiciones de precios y hasta de quitarle a la población sus bienes de consumo, poniéndoles a la venta en moneda extranjera no disponible para ellos. La súbita aparición de la pandemia y su pésimo manejo ha llevado al límite la vida de la población, encerrada por el virus, pero permanentemente en colas y aglomeraciones por la ausencia de oferta en los bienes de consumo vitales, así como de una red comercial totalmente destruida, que obliga a aglomeraciones multitudinarias, receta contraria al aislamiento social.

El dinero, representado en la moneda nacional y que tenía un valor paritario igual al dólar norteamericano en 1958 hoy vale 75 veces menos (valor del mercado libre) sin que ni remotamente los ingresos de la población hayan subido en ese porcentaje, lo que permite ver de un vistazo el hundimiento de la capacidad de subsistencia, con viviendas destruidas, ausencia de entretenimientos y vida cultural, educación y salud en harapos, restricciones crecientes sanitarias...todo ello es el origen de la explosión social. Si lo queremos resumir en una causa: el socialismo. La sociedad más imperfecta, improvisada, disparatada y negativa para el ser humano que mente alguna haya podido concebir.

Todo parece indicar que nada de eso tendrá ningún tipo de alivio para el pueblo cubano. El aplastamiento de la explosión social solo contribuirá, adicionalmente a hacer más imposible de soportar la vida del cubano normal, lo que augura tiempos difíciles que continuaran alimentando el explosivo vivir cotidiano de la población cubana y el autoritarismo creciente del régimen. El equilibrio desequilibrado persiste. Y habrá indefectiblemente muchos más episodios dramáticos de búsqueda de salir de ese agobio y una y otra vez represiones continuadas. Es un enfermo crónicamente desahuciado que persisten en revivir artificialmente.

1 comment:

  1. Verdaderamente tan injusto lo que ha pasado en Cuba. Ojala que se pueda obtener la paz, la justicia, las verdades y la Libertad. Dios nos ayude con este anhelo.

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