Los días que corren nos traen una cierta sospecha de que …
esto no va bien. Son demasiadas las alertas, las banderas rojas, las señales de
todo tipo. Ninguna es tranquilizadora y ninguna que tenga que ver con el futuro, lo hace ver prometedor.
En nuestra querida Patria de origen no hay manera de que el
pueblo cubano mejore ni un átomo, Lo examines socialmente, educativamente,
culturalmente, materialmente, políticamente. Como quiera y de la forma que sus
más abyectos chupamedias lo intentan, pues les resulta imposible pintar,
sugerir, decir alguna cosa, por muy idiota o muy importante, que denote una
mejora. La Libertad, cada día más conculcada; la miseria, más empoderada, la
desfachatez de las autoridades para hacerle la vida imposible a la mayor parte
de la población, chocante; las cárceles cada vez más abarrotadas y los presos
más maltratados; los payasos de la tiranía tratando de hacer monerías en todas
partes, ante el desprecio más absoluto; y para ponerse la corona, acaban de
concederle una especie de premio mundial de “la botella de mondongo”: el país
con mayor bajón del nivel de vida, alimenticio y de todo tipo, del mundo! ¡Medido
por rigurosos sesudos que lo tomaron en cuenta todo…especialmente la superinflación
del año! Ya lo dijo Villaverde al salir del Hospital…
Frente a eso: la receta de siempre: a impulsar el éxodo
masivo. De la forma que sea y por donde sea…consolidar la desunión familiar, el
dolor de los que se quedan porque no pueden o no se atreven, la esperanza efímera
de los que se van por llegar…a donde sea. Hemos perdido la cuenta de las veces
que los desalmados que mandan organizan el éxodo: Camarioca, La Embajada del
Perú, el Mariel, el Maleconazo, el desfile de balseros partiendo y muriendo en
alta mar…todo para “zafarse del problema”, que no es otro que la apabullante y
creciente masa de desafectos, desesperanzados, aplastados por la represión,
cuya única vía de escape es la misma desde hace más de 50 años…recordando la triste
genialidad del Dr. Ramón Grau San Martín “aquí todo el mundo espanta la mula,
pero nadie espanta al caballo”, que aplastantemente se cumple 62 años después.
Si pestañamos un momento y miramos a nuestra Patria actual,
pues el panorama es preocupante, aunque parece diferente. Hay la misma maldita
intención de imponer una sociedad que solo unos pocos quieren, pero que pocos
luchan para defenderla. Unos destacados “activistas” se dedican el día entero a
intentar desprestigiar la hermosa historia de creación que con un dolor de
parto largo hizo nacer al mejor país del mundo: con igualdad de derechos ante
la Ley, igualdad de oportunidades, prohibición a la discriminación, protección
al derecho a decir lo que piensas sin ser coaccionado y a defender tus criterios libremente. El desarrollo de una competencia comercial abaratadora de
productos, creadora de esperanzas y futuros, y generadora de una inmensa
riqueza y prosperidad.
La instauración de criterios antieconómicos y solamente
opináticos nos ha llenado de una inflación desmedida, un desestímulo al
esfuerzo y un miedo paralizante al “bullying” social, ejercido inmisericordemente por esos “activistas”.
Una prensa en manos de la misma clase dominante que quiere imponer un “nuevo
orden” pues oculta las verdades, genera sospechas interesadas y monopoliza el
antiguo derecho a la libertad de opinión. Frente al Internet supuestamente
fomentador de la libertad de opinión de los más humildes, surgieron los “censores”
de las “redes sociales”, devenidas en camisas de fuerza de una verdad “oficiosa”
de la cual está prohibido apartarse.
El mundo exterior inmediato está consumido, en buena parte,
por la corrupción, flagelo que anestesia las fuerzas sociales y permite a unos
escogidos manejar las naciones para que funcionen “engrasadas”. Los sesenta
años de existencia de mal comunista, como un cáncer esparcido y sin tratamiento
permite augurar un futuro inmediato problemático, al estilo que conocemos, ya
que cuando la gente se da cuenta, ya le quitaron las libertades y con ellas su
posible enrumba miento. Ese entorno nos envuelve por encima de nuestros propios
problemas, agravados por una invasión descarada y silenciosa para minar a
nuestra nación, que se encuentra totalmente anestesiada para siquiera pensar en
mejorar. Pregúntemoslo a Venezuela, a Nicaragua, a Argentina...dánde mejorar es un sueño de verano...
Y finalmente las reales fuerzas de las invasiones a cañonazos,
impulsadas por los Dementes de esta época, que al igual que los anteriores se
encontraron con la posición acomodaticia y apaciguadora de unos líderes salidos
de los mismos vicios políticos que han adolecido por siglos. Y que fomentó las “ofensivas
relámpago”, los campos de exterminio masivos y demás joyas de la civilización
europea del siglo XX.
La civilización del XXI necesita sobrevivir y resolver todo
esto… o nos daremos cuenta que somos esclavos otra vez, volviendo a la Pre-Civilización,
sin siquiera enterarnos…
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