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Monday, April 24, 2023

Descaro…ratificado por 5 años más

 

Tal y como ha ocurrido histórica y sistemáticamente, desde que el comunismo se apodera del poder, comienza un cotidiano e indeclinable deterioro de la vida social, política, cultural, científica, educacional, productiva, ética y de todo tipo, que, también inevitablemente, desemboca en la muerte y desaparición de esa monstruosidad.

El férreo, despiadado y absoluto dominio del poder estatal, gubernamental. político y social, no le deja un átomo de vida a las necesidades de la población, y mucho menos a ningún tipo de sueños, esperanzas y ansias de prosperidad. Todo lo que pueden exprimir es poco para el apetito insaciable de los tiranos, lo que al final termina por hacer desaparecer todo tipo de posibilidades de sobrevivencia.  En el pecado está implícita la penitencia.

Muchas de esas sociedades que empezaron de esa manera, han muerto, y han  dado origen a otras, también carentes de muchos rasgos positivos, pero que aún así, son un alivio al ahogo comunista. 

Un caso claro es la antigua URSS, transformada ahora en una Rusia de oligarcas, donde conviven dos de los peores rasgos de una sociedad: la ausencia de libertades, democracia, representatividad y legitimidad de las “autoridades” mezclada con una despiadada apropiación oligárquica de la riqueza, que les viene originada por el robo descarado de la antigua “propiedad social”.

Aunque tiene rasgos de lo peor de ambos mundos, representa un “respiro” al comunismo, ya que introduce el elemento “interés privado”, con su implícita carga de racionalidad, superior al loco despilfarro comunista, lo que permite un acercamiento a las necesidades a satisfacer, orientadas por el interés privado oligárquico, que es un alivio a la desesperanza absoluta comunista.

En el caso cubano se nos presenta, descaradamente, una “continuidad”, servida en bandeja de plata por la absoluta sumisión a los poderes que por 64 años han destruido la sociedad cubana. Hasta podría parecer una obra de teatro bufo ese ejercicio siniestro de presentar la continuidad descarada del poder omnímodo como continuación de unos supuestos “logros” que la mentira oficial han hecho su falsa bandera por tanto tiempo y que ha logrado atraer  no pocos incautos en otros países.

Hundir un país que ocupaba el número 13 en el mundo por su desarrollo económico  y su nivel de vida promedio en 1958, al puesto 187 (a pesar de las trampas y mentiras estadísticas que permiten llegar allí) en 2023, se presenta como un logro.

Otro logro, es también haber destruido el sistema de atención médica y sus metas de calidad de vida y niveles de salud, incluyendo un sistema de formación de esos profesionales que los distinguía en el mundo, transformado ahora en un ejército de esclavos para enriquecer al poder ilegítimo que los crea y los utiliza y que solo es apto para ejercer en selvas, pueblos periféricos y lugares apartados porque no conoce ni practica la atención y el cuidado médico de alta tecnología, presente en otros muchos lugares.

Logro enorme es haber destruido todo el sistema de enseñanza después de haber confiscado todo el conjunto de instituciones privadas que junto a las públicas cubrían toda la población.

Logro gigantesco es haber destruido las bases del deporte, sus instalaciones y su práctica.

Otros importantes logros son la destrucción total de la infraestructura agropecuaria, industrial, constructiva, de servicios públicos, comercial, habitacional, cultural, y de todo tipo.

Un gran logro ha sido la militarización de toda la nación, de su administración, de sus sistema de enseñanza y entrenamiento; Otro logro no menos importante es la instauración de un sistema de “ordeno y mando” concebido para complacer cuanto antojo y capricho tengan los dirigentes del país y despreciar cualquier otra iniciativa, sugerencia y mecanismo, por muy lógico que sea o parezca.

Aunque la lista de logros es interminable, el principal está a la vista, no necesita números, estadísticas o demostraciones: han retrasado el orden social en más de un siglo, el nivel de vida en otro tanto, han desaparecido las esperanzas de los habitantes y han logrado que la mayoría de la población joven, preparada y saludable, emigre en proporciones que hacen imposible recuperar la nación por la estructura de pirámide invertida de la población;  además de agregar la presencia de la peor administración de recursos, el reino de la iniquidad, el ordeno y mando caprichoso y dilapidador, la entronización de una corrupción sórdida y omnipresente que se ha constituido en la única herramienta para subsistir que tiene la población víctima de su opresión absoluta.

Otro gran logro, es las intervenciones innumerables en otros países; el fomento del espionaje, la delación, la vigilancia y el deterioro de la dignidad humanas, para hacer posible que el régimen sobreviva al desprecio de sus pobladores y sus “dirigentes” vivan como príncipes de un gran basurero universal.

La peor consecuencia; el logro más devastador: La ausencia de lógica en las acciones de todo el mundo. La total inexistencia de iniciativa alguna para re-construir la nación, incluso después que se acabe la pesadilla actual, que se derrumbará por sí misma.

La devastación es tan terrible que impide hasta concebir la manera de superarla.

Para muestra un botón: uno de los actos propagandísticos supremos de la “continuidad de la miseria” es las celebraciones del 1ro. De Mayo, donde los esclavos “manifiestan su fervor por ser esclavos de los dirigentes de turno” en la Plaza de la Revolución, la gigantesca explanada que arropa a la multitud con pancartas y consignas de un apoyo aparente, para la exportación y el mantenimiento de un mito justificador de la sumisión.  Pues este 2023 por primera vez en 64 años, NO HAY ACTO Y CONCENTRACION CENTRAL.

Dos elementos, alternos o al contrario, encadenados. El primero, la absoluta paralización de la vida de la sociedad cubana, determinada por la miseria absoluta que les impide hacer ese derroche que era parte del cuento de Caperucita, consecuencia de la bancarrota en que se encuentran. El segundo, la latente posibilidad de que esa multitud despierte y se rebele, aprovechando la propia concentración humana, y liquide la pesadilla y a los culpables, frente a ellos.

Ese recuerdo de hace 34 años, en Bucarest, que en unos minutos transformó una concentración de esclavos sumisos frente a sus amos, en protesta, rebeldía y ajuste de cuentas; que en un pestañear transformó a los “amados dirigentes” en “odiados culpables” y que terminó con el fusilamiento de los principales dirigentes, la liberación de un pueblo y el entierro del odiado comunismo.

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