En la
Edad Media poco existían esos seres especiales que surgieron con las Repúblicas
y otras formas democráticas, que se conocen como politicos. Las monarquías
no requerían tener oficiales electos para
dirigir-administrar la cosa pública porque esa era la tarea exclusiva de los
Monarcas y sus descendientes, generalmente conocidos e identficados como
Príncipes, los futuros Monarcas. En esa época los intelectuales tenían la misión
importantísima de instruir a esos Príncipes, de prepararlos para el ejercicio
del poder monárquico, que estaba previsto en su futuro para mantener la
monarquía.
Y,
aunque esos educadores están más que reconocidos en la “Historia Oficial” de
cada uno de esos países, ninguno alcanzó
el reconocimiento mundial, de Nicolás Maquiavelo, de Florencia, Italia, (que
nació el 3 de mayo de 1469 y murió 58 años más tarde, el 21 de junio de 1527) y
aún hoy, 495 años después, muchos de los
políticos y aspirantes a serlo, siguen sus “enseñanzas” recogidas en un libro
que ha traspasado la universalidad: “El Príncipe”
El
Libro está organizado en 26 capítulos que recogen las enseñanzas, consejos y la
mejor conducta a seguir por los Príncipes. Se ha constituido en una obra indispensable como material de estudio y
formación que guie el pensamiento, la
acción y la condición de “máximos
líderes” para los Príncipes de la actualidad. Un verdadero Manual del gobernante, un ”
máximo líder”, equivalente de los entonces Príncipes
La obra
tiene un sentido pragmático abrumador, con una manera muy franca de analizar
las “cualidades” a desarrollar para
ser exitoso, disfrutar del apoyo general de los demás y evitar ser detestado
para conservar su posición . La famosa declaración de que es mejor ser temido
que amado cuando se presenta la disyuntiva es el ampliamente reconocido patrón
de conducta de Stalin, Hitler, Mao y Fidel Castro. En este punto reflexiona
sobre la necesidad de ser temido “con medida” ya que el miedo es una
herramienta de seguridad para sí, pero puede tornarse en lo contrario cuando se
utiliza excesivamente.
Un
segundo elemento valioso que explica la regla general de por qué los políticos
y aspirantes a líderes deben comportarse de cierta manera, es la “necesidad de
parecer fiel a su palabra, inocente y devoto y cuando tenga necesidad de
mentir, mantener la apariencia de ser sincero.
Un
tercer rasgo que debe mantener es la apariencia de ser un conquistador de grandes hazañas, evitar la neutralidad y siempre
escoger a un lado cuando hay conflictos externos. Evitar asociarse con
potencias más fuertes, a menos que sea imprescindible.
Es
importante elegir buenos sirvientes y evitar aduladores, escoger consejeros con
sabiduría para escucharles y evitar cambios seguidos de opinión que den la apariencia
de inseguridad.
El resumen
de la hipocresía llevada al extremo es la frase: “la verdad es una de las armas
más peligrosas que un hombre puede blandir en su mano. En los últimos años rara
vez he dicho una verdad, y cuando me he visto obligado a hacerlo, la disfrazo
entre tantas mentiras, que resulte imposible detectarla”
Evidentemente
que si miramos a nuestro alrededor esto es reconocible inmediatamente:
¿ Cuánto tiempo hace que la Dictadura Cubana no dice una verdad?
¿ Cuánto hace que Putin la haya dicho?
¿ Cuánto hace que Brandon dice estas cosas:
-
Esta Administración ha sido la que mejor ha conducido la
economía…?
-
La inflación es culpa de Putin y la guerra con Ucrania?
-
Hemos roto el récord de empleo y satisfacción económica
de la población?
-
El precio de la gasolina es culpa de Putin y las empresas
petroleras?
-
No hay ninguna crisis en la frontera sur?
-
La inflación es un fenómeno momentáneo y pronto se
terminará?
-
Les subiremos los impuestos a los ricos y los pobres y la
clase media se beneficiarán?
Otras frases célebres de Maquiavelo que
a su vez explican el fracaso de líderes poco inteligentes y solo se conforman
con la mentira:
"El que no detecta los males cuando
nacen, no es verdaderamente prudente".
"Los hombres olvidan con mayor
rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio"
"Puede combinarse perfectamente el
ser temido y el no ser odiado".
“Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que
aparentamos.”
“Vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y
arrepentirse.”
“Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.”
“La naturaleza de los hombres soberbios y viles es
mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.”
“No puede haber grandes dificultades cuando abunda
la buena voluntad.”
“Todos los Estados bien gobernados y todos los
príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la
desesperación, ni al pueblo al descontento.”
“La habilidad y la constancia son las armas de la
debilidad.”
“El que es elegido príncipe con el favor popular
debe conservar al pueblo como amigo.”
“Las armas se deben reservar para el último lugar,
donde y cuando los otros medios no basten.”
“El que quiere ser tirano y no mata a Bruto y el
que quiere establecer un Estado libre y no mata a los hijos de Bruto, sólo por
breve tiempo conservará su obra.”
“En todas las cosas humanas, cuando se examinan de
cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos
surjan otros.”
“En general, los hombres juzgan más por los ojos
que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que
ven.”
“El fin justifica los medios.”
“De vez en cuando las palabras deben servir para
ocultar los hechos.”
“El vulgo se deja cautivar siempre por la
apariencia y el éxito.”
“Que nadie provoque desórdenes en una ciudad en la
ilusión de que luego podrá frenarlos a su antojo o encauzarlos según sus
deseos.”
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